A lo largo de medio siglo, las burguesas de Pont-l’Evéque le
envidiaron a madame Aubain su criada Felicidad.
Por cien francos al año, guisaba y hacía el arreglo de la casa,
lavaba, planchaba, sabía embridar un caballo, engordar las aves de
corral, mazar la manteca, y fue siempre fiel a su ama -que sin embargo
no siempre era una persona agradable. Creo Felix que con ese inicio de novela no podemos negar Flaubert.
Por: Clara M
↧
↧
Trending Articles
More Pages to Explore .....